domingo, 7 de junio de 2009

La Posta (capítulo 4)

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Estoy despierto. Según la luz en las mirillas de mi ventana han de ser entre las dos y las cuatro de la tarde. No tengo recuerdo de la hora a la cual me acosté (si caer muerto en el colchón puede llamarse acostarse.) Por cuánto tiempo llevo esta vida ya no tengo noción. Sólo sé que ahora sí soporto mi rostro en el espejo. Ya no voy a volver atrás. Ya no. No puedo lidiar con lo que fui. Siempre esta sensación que ronda al despertar, romper en llanto. Sólo eso la calma. Piedra, eso deseo ser. Salgo a la calle para no pensar. Me alejo más de mí Piso la arena. Tiene el pelo suelto como cuando la vi alejarse sentado en esa silla. Romper la piedra con mi gubia, deshacerla en granos de arena. No pienso esperar la lenta erosión. Me acerco.


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Santiago del Río inició "La Posta". Le propuso a Guille continuar el relato. Luego siguió Rayuela, quien me pasó la posta a mi. Ahora es mi turno: entrego la posta a Juanse. Espero ansiosa la continuación.


Foto+escrito: CeLeS!

5 comentarios:

silvia zappia dijo...

Bien!!!!! Un nuevo personaje!!!!
Se aleja de sí para acercarse a...mí? a...ella?

Crece,crece...formará espirales?

Mil besos!

Anónimo dijo...

Qué será del destino incierto de esta artesana errabunda.

Gracias, muchacha, por seguir adelante con este tan extraño como querido proyecto de quienes tomamos esta posta.

JuanSe... dijo...

y entonces a mi me ponés tarea y yo sufro pensandole... no ves que yo soy muy poco imaginativo para este tipo de cosas...

de acá al viernes la tengo lista...

te quiero mucho sistah!! y la siguiente es juana... jejejeje



un abrazo

hormiga dijo...

ue siga que siga, pero vayan avisando pa donde van!

drfloyd dijo...

saludos desde el posterior del espejo roto.